AL PERIODISTA
“…y la semilla tendrá que morir para que viva el árbol de la verdad”
(UCHURACCAY 26/01/1982)
I
Y diga el detenido,
¿Qué buscaba en lugares tan altos, tan lejanos, y tan solitarios?
La verdad nada más que la verdad.
¿Profesión?
Periodista
¿sabe el detenido que escogió una profesión dura-ingrata-incomprendida?
A veces pagamos caro el amor a nuestra vocación, pero luchar y perseverar es nuestro destino.
¡Ya es bastante! ¡ajústenlo! Quiero su confesión.
Si mi comandante.
II
¿Qué dice?
Balbucea palabras subversivas
¿Como que?
Como que algún día triunfará la verdad y los perseguidos seremos felices.
¿Que mas?
Que se vislumbra el aura de un gran día, que quizás no lo veremos nosotros, pero si los hijos de nuestros hijos.
III
Afuera el silencio era roto, a momentos por golpes y por quejas inconexas.
Afuera el viento y el friaje no se movían, parecían conocer ese dolor.
Primero muchas sombras, después solo una gran sombra, después el silencio.
IV
¿Y dijo los nombres de sus cómplices?
Si señor
Jesús de Nazareth, Chejow, Luca de tena, Robespierre, Hegel, Engel, Kant,
V
¡Sigan buscando en el fondo de su corazón! ¡Haber que esconden!
¿Será pudiente? ¿Guardara fortuna?
Grandes tesoros mi comandante, como el sublime amor hacia los suyos, su madre, sus hijos, su esposa, como el recuerdo y la añoranza a su lejano pueblo, como la felicidad que anhelan los huérfanos de corazón y de patria.
VI
Una enorme tristeza se preparaba para llegar a todos los rincones de la tierra, el resto ya era inútil, todo era ya inútil, una multitud de sombras se ensañaban contra su vida…¡y la semilla tendrá que morir para que nazca el árbol de la vida!
VII
Cuando la inmolación tiene una causa, la muerte es un privilegio, un don, una virtud. Son testigos los caminos sinuosos de iquicha, sus ichus, sus friajes.
Son testigos los vientos de Uchuraccay, el blancor de sus nieves, la indolencia de sus piedras lajas, la soledad de sus montañas.
Ellos pueden dar testimonio que murió gritando.
¡Que viva el periodismo¡
¡Son testigos de que murio gritando¡ ¡que por siempre viva el periodismo!
Hernan L. Koc Rondón
Perú, Ciudad de ILO, 01 octubre 2009
“…y la semilla tendrá que morir para que viva el árbol de la verdad”
(UCHURACCAY 26/01/1982)
I
Y diga el detenido,
¿Qué buscaba en lugares tan altos, tan lejanos, y tan solitarios?
La verdad nada más que la verdad.
¿Profesión?
Periodista
¿sabe el detenido que escogió una profesión dura-ingrata-incomprendida?
A veces pagamos caro el amor a nuestra vocación, pero luchar y perseverar es nuestro destino.
¡Ya es bastante! ¡ajústenlo! Quiero su confesión.
Si mi comandante.
II
¿Qué dice?
Balbucea palabras subversivas
¿Como que?
Como que algún día triunfará la verdad y los perseguidos seremos felices.
¿Que mas?
Que se vislumbra el aura de un gran día, que quizás no lo veremos nosotros, pero si los hijos de nuestros hijos.
III
Afuera el silencio era roto, a momentos por golpes y por quejas inconexas.
Afuera el viento y el friaje no se movían, parecían conocer ese dolor.
Primero muchas sombras, después solo una gran sombra, después el silencio.
IV
¿Y dijo los nombres de sus cómplices?
Si señor
Jesús de Nazareth, Chejow, Luca de tena, Robespierre, Hegel, Engel, Kant,
V
¡Sigan buscando en el fondo de su corazón! ¡Haber que esconden!
¿Será pudiente? ¿Guardara fortuna?
Grandes tesoros mi comandante, como el sublime amor hacia los suyos, su madre, sus hijos, su esposa, como el recuerdo y la añoranza a su lejano pueblo, como la felicidad que anhelan los huérfanos de corazón y de patria.
VI
Una enorme tristeza se preparaba para llegar a todos los rincones de la tierra, el resto ya era inútil, todo era ya inútil, una multitud de sombras se ensañaban contra su vida…¡y la semilla tendrá que morir para que nazca el árbol de la vida!
VII
Cuando la inmolación tiene una causa, la muerte es un privilegio, un don, una virtud. Son testigos los caminos sinuosos de iquicha, sus ichus, sus friajes.
Son testigos los vientos de Uchuraccay, el blancor de sus nieves, la indolencia de sus piedras lajas, la soledad de sus montañas.
Ellos pueden dar testimonio que murió gritando.
¡Que viva el periodismo¡
¡Son testigos de que murio gritando¡ ¡que por siempre viva el periodismo!
Hernan L. Koc Rondón
Perú, Ciudad de ILO, 01 octubre 2009
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