lunes, 21 de abril de 2008

CONOCIENDO MI PUERTO

DESDE EL BALCON
Por Enrique Lazo Flores

Parte XVI
..antes de la repartición , en febrero 14 del año 1871, el coronel Juan Francisco Balta, Ministro de Guerra de su hermano, Presidente Coronel José Balta, coloco la primera piedra fundamental, del ferrocarril de Pacocha a Moquegua, y en el sitio de la Parroquia, colocó asimismo el mismo día la primera piedra sobre la que se edificaría la nueva Iglesia San Jerónimo de ILO.
De relieve irregular para encontrar el nivel del templo a levantarse, ante la
fachada y frente a la misma puerta tuvo que construirse una plataforma de concreto con gradería a uno y a otro lado, revestida de madera, formando un medio hexágono, provisto de barandal.
Edificado el templo de madera, formando un medio centro de su frontis remata en una pequeña torre cuadrangular terminado en pirámide, en cuya cúspide se ha colocado una cruz, que por su regular altura destaca en la limpidez o nubosidad del cielo Ileño.
La cara principal de la torre luce un reloj que la memoria de algunos vecinos atribuyen a la generosidad de don Ladislao Vásquez, y la campana principal de la iglesia, según el corresponsal del diario Correo de Tacna, cuyo nombre no figura, tiene 38 centímetros de altura y un diámetro de 40 centímetros, en la base que lleva grabado el año 1647 y la leyenda “Madre de Dios del Rosario”.
En 1910, el párroco de Ilo, Don Mariano R Benavente, presento ante el juzgado del primera instancia de Moquegua, un expediente solicitando el titulo supletorio de propiedad sobre la Iglesia, la casa cural y el solar interior con un área de 4,216 metros cuadrados, según mensura practicado por el delegado del Cuerpo Técnico de Tasaciones, don Pedro L. Valle y por valor de Un Mil Soles, debido al estado ruinoso de los inmuebles, estando la parroquia en posesión de ellos, por cerca de cuarenta años.
Fueron testigos, José Tudela, Jose Maria Siña, Ladislado Vasquez y Julio Gonzales, y hechas las publicaciones, por treinta días, y con e informa favorable del agente fiscal, el juzgado a cargo del Dr. Caros F. Cornejo y como secretario, Francisco, A, Hurtado, en auto de 26 de Septiembre de de 1910, se concedió el el titulo supletorio de posesión de los solicitado disponiendo al archivo de loa actuado en la notaria de Orestes Rivero , de Moquegua.
Dicho título a favor de la Parroquia de ILO, comprende la manzana limitada al norte con la calle 28 de julio, al sur con la calle Tarapacá hoy Dos de Mayo, , al este con la calle Junín, y al oeste con la calle Callao, con frente a la Plaza de Armas.
La inscripción respectiva figura en los Registros Públicos de Moquegua, en el Tomo, XII, folios 133-134.
Anhelo permanente de la Parroquia, y de los porteños, ha sido la construcción de una nueva Iglesia, en reemplazo de la actual que con mas de 120 años de vida se ha convertido en un Monumento Histórico para ILO, y con este propósito en fechas anteriores se han efectuado diversas actividades de beneficio, como colectas, erogaciones, rifas, kermesses y los pescadores en sus buenos tiempos, contribuían con algunos soles, sobre el importe de sus capturas.
MONSEÑOR LÓPEZ DE OÑATE
Bastante beneplácito produjo en la feligresía, el Monseñor Vicente López de Oñate, de tantos ejercicios sacerdotales, en el puerto de ILO, cuando en una prédica dominical anunció que el día 4 de abril de 1976, se colocaría la primera piedra de la que seria la nueva iglesia, ya que el colegio Mercedes, Cabello de Carbonera, que desde el inicio de sus labores, en 1965, y durante diez años, y durante diez años, había venido funcionando en 6 aulas que constituyera la Corporación de Moquegua, en parte del solar de la iglesia, trasladándose a su nuevo local, a fines de 1975, disponiéndose de 800 soles oro y de acuerdo a los planos, había confeccionado el arquitecto Mariano Ibérico.
En la parte posterior de la iglesia se comenzaría la construcción con el Altar Mayor, que tendría 49 metros de longitud, por 18 metros de ancho, es probable que el costo total presupuestado y lo que sería pequeña, la suma disponible, dejará incumplida esta católica aspiración. Continuará.

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